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| Capilla Santa Barbara, Barichara Santander |
Hace poco mas de 15 años el pensar en hacer actividades turísticas en este país no era tan común, estas actividades se realizaban en las mismas ciudades o en sus alrededores, las personas que se aventuraban a ir lejos, lo hacían con algo de temor. Pero a la mayoría de los colombianos de todos los estratos sociales nos gusta viajar, ya sea en avión, por tierra o caminando; este escrito es un relato de algunas experiencias y vivencias que he tenido a lo largo de mi carrera como "Guía de Turismo"; muestra la evolución hasta nuestros días del turismo domestico, así que para escribirlo me tardaré varias semanas, lo modificaré y le añadiré cosas, este conocimiento lo quiero compartir, para que sea complementado con las vivencias de otras personas.
Recuerdo cuando tenía 13 años, mi padre me llevó por primera vez a la costa atlántica Colombiana; todo un gran suceso para mi vida, por que aparte que iba a conocer el mar, ese viaje fue un punto de partida para elegir la actividad económica que iba a ejercer el resto de mi vida. El alistamiento de ese viaje fue algo muy detallado, comprar las diferentes cosas para la playa, para el mar, para el sol. El día de salida mi mamá era la encargada de "camuflarse" la plata, en caso que la guerrilla parara el bus, era mejor tenerla escondida. Llegamos al punto de partida a las 6 de la tarde, era una excursión de mas o menos 40 personas, todos con las mismas ganas de viajar y conocer, pero lo mas importante de esto era que todos eramos iguales económicamente hablando, todos teníamos los mismos recursos limitados para hacer este viaje. De este viaje recuerdo muchas cosas, sobre todo los lugares que visité; recuerdo Taganga, Playa Grande, donde estaba una negrita que me llamó mucho la atención, ella vendía "cocadas" de una manera muy llamativa, años después vine a conocerla como Carmen, la vendedora de cocadas mas famosa de toda Playa Grande; recuerdo Bahía Concha y su playa que me cautivó, sobre todo el ver la piedra que tiene forma de sapo; en Cartagena lo que mas recuerdo es a mi papá en un coche de esos que hacen el recorrido por la ciudad amurallada, gritando algo alicorado que votaran por él, que era el próximo alcalde de Cartagena; en el hotel en el que nos quedamos esa vez, Casa Grande en Santa Martha, no me gustaba dormir, por que decían que asustaban y uno siendo niño creía totalmente en eso, años después me vine a dar cuenta que efectivamente asustaban. Pero definitivamente lo que mas recuerdo es la sensación tan espectacular que da ver el mar y su inmensidad por primera vez.
Desde este viaje surgió en mi el gusto por viajar y sobre todo el gusto por viajar con mas personas;6 años después volvía a la costa atlántica pero esta vez iba como guía de turismo de un grupo de 40 personas; las recomendaciones que dí en el bus fueron muy simples y sencillas, ya que seguía un formato establecido; el grupo que llevaba era muy curioso, 20 viajeros eran trabajadores de un hospital de Sohacha, y los otros 20 eran estudiantes de un colegio que realizaban su excursión de culminación del bachillerato. Todos mis recuerdos del primer viaje que había hecho años atrás estaban muy claros; pero lo que mas me impresionó de este nuevo viaje era que las condiciones de seguridad en cuanto a carretera y otros aspectos, no habían cambiado en nada.
Solo al recordar cuando en pleno viaje y con mi grupo de turistas quedamos en medio de una carretera en un duro enfrentamiento entre el ejercito y la guerrilla en carreteras del departamento de Bolívar; me hace pensar, como ha evolucionado la industria turística en Colombia hasta el día de hoy; no son únicamente los factores de seguridad los que hacen que esta evolución se haya dado, también es la preparación intelectual de los prestadores de servicios turísticos y sobre todo, la disposición de las personas por viajar y conocer este país.
Ese viaje fue toda una aventura,ya que las personas que participaban de la excursión en realidad disfrutaron totalmente del viaje; yo conocí Islas del Rosario, un lugar que visualmente es muy agradable, para la persona que lo vista, y mas al momento de meterse en el mar de Playa Blanca, en Barú. De este viaje solo tengo una foto, y fue también la primera propina que me dieron en mi vida, uno de los turistas me tomó la foto y de una vez fue y reveló el rollo, para al finalizar el viaje poderme regalar esta foto; en este viaje íbamos con un camarógrafo (Max), quien estando en Cartagena, cerca al castillo de San Felipe, le robaron la cámara de vídeo ese día "corretiamos" al ladrón por toda la Av Blas de Lezo, jamas encontramos ni al ladrón ni la cámara.
Y así empieza esta evolución turística que me ha tocado vivir a fuerza de mi profesión y que a su vez la van a vivir todos los prestadores de servicios turísticos que se están formando y se van a formar para atender a un gran numero de turistas que visitan anualmente nuestro país.
En mi pensamiento personal, en el año 2001, cuando yo iniciaba mis viajes de turismo como guía de excursiones de Bogotá a la Costa Atlántica, ocurrió uno de los eventos mas favorables para el turismo colombiano, el cual hizo que la gente volviera a creer en el país, que se mirara mas allá del conflicto interno, hizo que otros países nos miraran como un lugar digno de recorrer, con personas maravillosas que al ver un extranjero se lanzan en avalancha para hablar con él y para ayudarle en lo posible; este evento fue la realización de la Copa América en Colombia, la cual estuvo en duda por los hechos ocurridos días antes que iniciara, el secuestro del vicepresidente de la Federación Colombiana de Fútbol (Hernán Mejia Campuzano, coordinador de la copa América Colombia 2001), las cartas de amenaza a la selección de Argentina, entre otras cosas. Pero sin embargo, aun así con todos estos acontecimientos con toda una historia de violencia que tenia nuestro país , la copa se hizo y fue todo un éxito, tanto así, que Colombia quedó campeón por primera vez de este certamen, pero en realidad esa no fue la única ganancia; nuestro país empezó a ser reconocido en el continente, no como un país peligroso lleno de personas armadas, si no como un país donde las personas, los lugares y el mismo ambiente invita a conocerlo y sobre todo invita a quedarse aquí. Gracias a que Colombia es un país futbolero en la mayor parte de su territorio, esto hizo que durante el certamen asistieran en promedio 25.000 espectadores por partido, esta asistencia a los ojos de la FIFA fue muy atractiva, tanto que desde esa época se pensó en realizar en el futuro el mundial sub 20 de fútbol. En cuanto al turismo, las personas que visitaron nuestro país en esos días se maravillaron con las ciudades y la calidez de la gente que las habitaba; Medellín, Armenia, Pereira, entre otras ciudades, demostraron ser lugares espectaculares para recorrer y reconocer.
Poco tiempo después en el mes de Septiembre del mismo año, se estudiaron las posibilidades de crear una campaña de turismo, que rescatara el turismo domestico, Gustavo Adolfo Toro fue uno de los principales responsables de la realización de esta campaña, creativamente la agencia responsable fue Harold Zea & Asociados, quienes debieron cumplir con ciertos parámetros para crear la campaña "Vive Colombia, Viaja por Ella". A mi juicio ha sido la campaña que mas recordación ha tenido en nuestro país, al reactivar el turismo interno, al crear conciencia en las personas que primero hay que conocer lo nuestro, y sobre todo al invitar a los turistas a realizar actividades de sol y playa, de naturaleza, de historia y cultura, se generó una reactivación del turismo colombiano; para nosotros los prestadores de servicios turísticos fue una gran ventaja, ya que al activarse el turismo interno tuvimos mucho mas trabajo; en temporada alta, yo alcanzaba a realizar 11 o 12 viajes en dos meses, esto era agotador, pero en la época era lo que mas me gustaba hacer.
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